EL DÍA DE SPRINGFIELD - LA LFP NIEGA AL SPRINGFIELD EL APOYO DE SU PUBLICO
Con el Springsoniam Coliseum lleno hasta la bandera (literalmente, pues un niño llamado Milhouse estaba colgado por los calzoncillos en el mástil de la bandera nacional), un nuevo acto bochornoso salpicó lo que debería ser la fiesta del futbol.
Se enfrentaban Springfield y Deutschland, partido considerado de alto riesgo por la comisión anti violencia dada la gran rivalidad que separa a ambos equipos.
Los locales no se jugaban prácticamente nada, mientras que los alemanes necesitaban imperiosamente la victoria para aspirar a su segundo entorchado liguero. Se esperaba un partido de alto voltaje, pero el árbitro se cargó el partido antes incluso de comenzar.
Y es que la afición quería que el Coliseum fuera una olla a presión, por lo que acudieron al estadio con multitud de pancartas en plan de apoyo al equipo. Pero el árbitro, como ya hemos dicho, la lió parda. Sin venir a cuento, ordenó retirar las pancartas. Esto son solo unos ejemplos:
SPRINGFIELD, ESTAMOS EN LA FINAL
DEUTSCHLAND, JUGAREMOS VUESTRA FINAL. ¿VOSOTROS?
MOE, TRAIDOR, ¿QUE SE SIENTE AL VOLVER A UN SITIO DONDE YA NO TE QUIEREN?
MOE, YA NO TE AJUNTO, HAS PERDIDO A TU MEJOR CLIENTE (FIRMADO HOMER)
O'CLOWN, TE CAMBIO TU CAMISETA POR MI TIRACHINAS
No se entiende porque el árbitro ordenó retirar todas las pancartas, pues no pueden ser consideradas como incitadoras a la violencia.
También se impidió que el sector del fondo suroeste pudiera desplegar otra pancarta, esta mucho mas grande, pues ocupaba todo el fondo. Las fuerzas de seguridad se emplearon con violencia para evitar que el mensaje fuera captado por las cámaras de televisión, que por vez primera visitaban el Springsoniam Coliseum.
Como consecuencia de la decisión arbitral, casi veinte mil aficionados fueron desalojados del estadio, dejando el aforo completo en solo 10000 espectadores.
En semejante situación arrancó el partido. El Springfield, desangelado por todo lo ocurrido, no jugó bien durante la primera media hora. Solo Sergio Asenjo evitó que el Deutschland marcara. Entonces reaccionó el Springfield, de mano de su tripleta atacante. Babel, Rooney y Navas hicieron que el equipo se estirase y metieron en algún que otro problema a Enke.
Tras el descanso, el partido continuó con un ritmo cansino. Solo una fuerte patada de Zurtaem a Ivanovic pareció que iba a sacar al partido de su estupor, pero la falta de gente en el estadio ayudó a que la acción solo acabara con una tarjeta amarilla para el jugador.
No hubo mas partido. No hubo mal juego por parte de ninguno de los dos equipos, ni perdidas de tiempo, ni nada reseñable hasta el minuto 90. Fue en ese momento cuando el cuarto arbitro levantó la tablilla con el tiempo añadido: ¡7 minutos! Los pitos de los 10000 aficionados que todavía seguían en el estadio protestaron por ello, sin ningún efecto, claro está.
Y cuando estaban a punto de cumplirse esos siete minutos, un desafortunado rebote cae en los pies de Movli, que hace una buena jugada (la única del partido) y bate a Asenjo.
Un gol para Movli, una asistencia para el árbitro. Si esto no es culpa del Sergiorato, que baje Dios y lo vea.
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